![]() |
Ortiz,explicando las claves de su triple ganador a un joven aficionado. |
Triunfo brillante el conseguido este domingo por SIH ante unos duros Impresentables, que padecieron en sus carnes el conocido Principio de Sobreocupación, cuyo enunciado escribió Arquímedes en una servilleta el mismo día en que formuló el principio llamado como él mismo, razón por la que el primero ha quedado casi olvidado. Reza así el Principio de Sobreocupación de Arquímedes: “Todo equipo sumergible en los Juegos Deportivos Municipales, cae derrotado si acude con todos sus integrantes, o con todos menos uno o dos”. Eso le pasó a Impresentables, que fue a jugar con 11 integrantes.
SIH, por su parte, inscribió 10 jugadores, pero 2 eran muñecas hinchables preconstitucionales inservibles, lo que jugó a su favor. El equipo salió muy enchufado al partido, y gracias de inicio a Guille, que vive un momento personal dulce que se expande a todo lo que ejecuta, se fue en el marcador con un 9-0, con dos robos y un triple del alero riojano. El equipo se ajustaba como un guante en defensa a unos atacantes de Impresentables que nos ganaban en centímetros, pero en peso quizás no (tendríamos que quedar los dos equipos y pesarnos para saberlo).
El caso es que, a continuación, la buena labor de los rivales igualó el choque (13-10), pero una racha descomunal de un inspiradísimo Ulises, en reparto de asistencias para Ortiz y Foro y en canastas propias inverosímiles, como una bandeja al estilo Gordon pero sin el mal gusto de machacar el aro al final, permitió colocar un 29-16 a favor, recortado a un 29-20 al llegar al descanso.
En el tercer cuarto, nos mantuvimos por delante con 11 puntos aportados por Ulises y Guille, frente a los 14 de los adversarios, que se acercaban a 40-34. Sus pívots nos hacían daño cerca de la canasta, y su base clavó un triple en el último segundo del cuarto pese a tener pegado a Ulises.
Quedaban 12 minutos por jugar, y de primeras se colocaron a tan sólo un punto (40-39). Estaba todo por decidir y la grada se mesaba e incluso arrancaba los cabellos ante la incógnita sobre lo que podía ocurrir: si se cumplía el Principio de la Sobreocupación de Arquímedes, y ganaba SIH, o, por el contrario, no se cumplía y el matemático griego quedaba a la altura del betún.
SIH y Arquímedes salvamos los muebles. Ulises reanudó su recital –magnífica canasta pasada en contraataque--, y Ortiz encestó un triple decisivo que nos dío una renta de 6 puntos a tres minutos del final. Por su parte, Tino robaba un rebote al jugador más entonado de los rivales, que se revolvía y le hacía falta. El capitán falló los dos tiros pero su acción dio unos segundos de moral al equipo. Al final no hubo emoción después de que el árbitro pitara una antideportiva y una técnica a Impresentables, descontentos con la labor del trencilla. Esto es todo, amigos.
SIH 53 – Impresentables 46
Jugaron por SIH: Ulises (27 puntos), Portillo, Guille (13), Foro (4), Tino (2), Moreno, Ortiz (7) y Mínguez. Utilleros: Andrés y Maestro, pura cepa del 64.
Aforo: Mujer de Juancar e hijos muy pequeños de dos jugadores.