martes, 1 de abril de 2008

Suerte


Como decía Séneca, “la buena suerte libra a muchos de su castigo”. Esto es lo que les ocurrió a nuestros adversarios del pasado sábado. Llegaron tarde, y se libraron de una buena paliza, amén de darnos una victoria que nos hace subir una posición en la tabla. ¡Ah, si empezara ahora la liga, iban a ver de lo que SIH es capaz! Sé que hay quien piensa –yo mismo, sin ir más lejos—que no fue suerte lo que tuvieron, sino miedo. Tras nuestras últimas exhibiciones, hay muchos que prefieren hacerse los dormidos a ser humillados en la cancha.

Es cierto que hubo una pachanga, pero eso es otra historia. Aquí sólo hablamos de partidos oficiales, y el último de los nuestros de esta temporada se cerró con otra brillante victoria sobre un equipo teóricamente superior. El miedo se expande, como la peste bubónica, como una plaga de langosta. Somos la hostia.