COMO SIMBAS Y AIRONMANES

Cartel de nuestro hincha Juami.

A veces no hay nada mejor que una derrota en la vida para templar el ánimo, distanciarse de la batalla por un momento para estudiar cuál es la estrategia más adecuada a seguir para ganar una guerra y para hacer autocrítica y eliminar de nosotros aquello que, sin saberlo, nos venía estorbando para lograr la perfección, si tal concepto no fuera una quimera humana y, por tanto, carne también de imperfección en sí mismo. Visto así, no cabe duda de que una derrota, siempre que sea aislada, es más victoria que derrota y constituye un requisito ineludible para todos aquellos que, como SIH, aspiran a la victoria absoluta.

Derrota es, por tanto, oportunidad, autocrítica, crisis positiva, no fracaso. Por eso perder ayer contra Electroduendes, uno de los equipos más en forma de la liga (después de nosotros, claro) es, en realidad, un paso firme hacia el éxito, ya sea en esta temporada o en cuaquiera de las siguientes, un aspecto este último que tiene menor importancia dada la juventud y las ganas de los chicos de SIH. Si además la derrota se amortiguó gracias, de nuevo, a la incansable afición de SIH, que esta ocasión desplegó incluso carteles que deberían servir para ilustrar nuestra futura equipación (gracias, Juanmi), no fue derrota sino victoria, insisto.

Electroduentes es un equipo con un buen nivel técnico y de forma física, aunque algo mediocre en materia de creatividad y espíritu. No tienen a nadie talentoso, pero lo suplen con jugadores que, en general, dominan el bote, el pase y el tiro con cierta solvencia; sin genialidades (no tienen a un Picos, un Ulises o un Porti). Sólo cabe reprocharles una excesiva tendencia al dramatismo y a la queja casi infantil ante los contactos, leves por lo general, que se dan en este deporte; un mal ejemplo para nuestros niños, que se podrian criar un poco flojetes siguiendo tal proceder.

En fin, del partido, más allá de la enorme validez que el resultado tiene para nuestra fortaleza interior, poco hay que decir. Sólo mantuvimos el ritmo en el primer cuarto, gracias a dos triplazos de Porti, que fue el jugador que en este partido más hizo para mantener al equipo. Con decir que en el primer cuarto metimos la mitad de los puntos de todo el partido está todo dicho; las distancias se alargaron a partir del segundo y ya fue imposible remontar, y eso que en el tercero, gracias a otro arreón de Porti culminado con triple de Moreno, nos acercamos bastante.

En definitiva, un partido del que extraer sabias enseñanzas para el futuro. No nos queda más que desear suerte a Electroduentes, que muy posiblemente acaben ganando la liga, y agradecerles que nos hayan ganado ahora que tanto lo necesitábamos para fortalecernos como equipo. A partir de ahora lo tendremos más fácil para cumplir con el mandato de nuestra afición más menuda, y no por ello menos importante, y jugar al baloncesto "como simbas y aironmanes".

FICHA TÉCNICA

Resultado final: SIH 25-Electroduendes 48
Resultados parciales: 12-14, 5-12, 7-8 y 1-14.
Anotadores: Porti (10), Picos (6), Foro (3), Moreno (3), Juanjo (2) y Ortiz (1).
Tiros libres SIH: 3 de 10. Tiros libres de Electroduendes: 14 de 24.

TRIUNFO A MEDIO GAS

Ortiz, contra todos

La diosa Niké volvió a entregar su preciada palma, un domingo más, a los chicos de SIH, si bien esta vez no se merecieron más que unas cuantas hojas de laurel, por lo trabajada de una victoria que debió conseguirse de forma más holgada. Y es que, aunque SIH llegó sin apuros al final del encuentro manteniendo la ventaja que tuvo durante todo el partido, que el encuentro cayera al final de nuestro lado por sólo cinco puntos de diferencia denota que se pudo hacer mucho más. Y máxime cuando los rivales –Un Domingo Cualquiera­­– plantearon un partido ciertamente asequible para la forma de jugar de SIH.

El partido fue esta vez cosa de los pequeños de estatura (pero altura de miras). Porti, Ulises y Ortiz dirigieron magistralmente a la vez que contraatacaron y anotaron, y eso fue demasiado para los siempre dignos jugadores de Un Domingo Cualquiera.

El cuarto donde más se notó la diferencia real entre ambos equipos fue el primero. Con Ortiz y González especialmente acertados y Picos haciendo daño en la zona, como siempre, SIH logró una ventaja de cinco puntos nada más empezar que sería una buena base para el resto del partido. 

En el segundo cuarto, sin embargo, la defensa de SIH se vino abajo permitiendo segundas y hasta terceras opciones de tiro al rival, que en este caso no desaprovechó sus opciones y empezó a recortar distancias hasta ponerse a un punto. La fiesta de Un Domingo… acabó cuando llegó Ulises, el francotirador, y disparó un triple letal entre ceja y ceja a las legítimas, pero irreales, ambiciones de los adversarios. Después un arreón casi épico de Porti, con seis puntos consecutivos, acabó de dejar las cosas mejor que estaban.

A partir de ahí, en el tercer cuarto, el Ulises y Ortiz se encargaron de mantener a los de Un Domingo… a una distancia prudencial, y en el cuarto SIH jugó a administrar su diferencia, aunque aquí pecó de racanería (metimos sólo tres tiros libres) y dejó a los adversarios acercarse demasiado en el marcador, aunque al final la cosa no llegó a mayores.

Como siempre, eso sí, quien no defraudó fue la afición. Gracias de nuevo por estar ahí y hacer que, hablando de hinchada, sí que no tengamos rival.

FICHA TÉCNICA

Resultado final: Un Domingo Cualquiera 33-SIH 38

Resultados parciales: 5-10, 7-9, 11-16 y 10-3

Anotadores: Uli (10), Ortiz (8), Porti (8), Picos (6), González (4) y Tino (2).

Mientras la afición no pierde detalle del partido...

... el Maestro devora la actualidad deportiva.

LÍDERES

SIH, en su lugar natural.

Felicidades a todos, y por supuesto a la afición.

NUNCA TAN POCOS FUERON TANTOS

El Maestro, imbatible

Nueva gesta de SIH en el Samaranch. Diezmados por las bajas, presionados por las exigencias del calendario, y aturdidos por las bajas temperaturas (siempre jugamos mejor en las tibias mañanas de la primavera, tras una cervecita), los chicos de SIH consiguieron una valiosa victoria frente a un rival muy superior en número gracias, sobre todo, a la magia que desplegamos cuando las circunstancias con adversas y, por supuesto, a la energía insuflada por esa afición que nunca decae, que siempre acude, ya llueva, nieve o se desencadene un terremoto.

Un terremoto de gran intensidad fue precisamente lo que protagonizaron los seis valientes de SIH, con un Picos medio lesionado a la cabeza, frente a unos solventes Ñapas, que pese a contar con un banquillo nutrido e intentarlo con todas sus fuerzas nada pudieron hacer frente al empuje irrefrenable de SIH.

Pese a la gélida mañana y la mala hora, los seis bravos de SIH estaban al menos 15 minutos antes del partido sobre la cancha, lo cual nos podría servir de ejemplo para futuros encuentros. Por cierto que el llegar temprano nos permitio ver la derrota de los Monster y que el arbitro se preocupaba más de que los jugadores no pisaran la linea en los tiros libres (hasta cuatro hizo repetir) que de la leña que se repartían entre Monster y Electroduendes.

En cuanto a nuestro partido, el primer cuarto cayó del lado de SIH gracias a un triple de Picos y palmeo a mano cambiada de Paco. Aunque los contrarios desarrollaban un juego que se podría calificar benignamente de tosco, Juancar El Maestro, que hizo uno de sus mejores partidos de la temporada, se tuvo que sentar con dos faltas y Foro acabó el cuarto con tres, lo que hipotecó su participación posterior.

El segundo se perdió de un cuarto, aunque SIH mantuvo el tipo gracias a los aciertos de Picos, Ortíz y Juancar. Las tornas cambiaron en el tercero, que se ganó de cuatro y en el que destacó Efrén, moviéndose por la bombilla como un diablo de la noche.

Ñapas empezó a defender al hombre. Como consecuencia Ortiz se veía cerrado hasta por tres jugadores y Efren se cargó de personales. Foro salió y se tuvo que sentar al minuto con cuatro personales. Mientras el contrario seguía jugando durillo.En este cuarto, sin embargo, SIH movió el balón con rapidez y la defensa naranja funcionó como un reloj.

En el cuarto y último Foro acabó eliminado por personales y el árbitro pitó una técnica a Efrén (seguro que injustificada) que le eliminó por ser la quinta personal. Así, SIH se quedó con cuatro. Era el momento culminante del partido. Frente a unos Ñapas crecidos que acababan de empatar, el señor de la guerra indica que ha llegado el momento de resolver. En un ataque naranja Picos recibe y fuerza el dos mas uno, que convierte. Foro y Efrén desde el banquillo piden tiempo muerto. Quedan diez segundos, SIH va tres puntos arriba y el rival tiene la posesión.

Los chicos de SIH estudian las posibilidades: ¿Hay que hacer personal rápida? ¿Hay que defender sin faltas? ¿Hay que presionarles la subida? Picos tomó la decisión: "Aguantarles sin faltas, que no tiren cómodos, van a intentar un triple, lo van a fallar y yo voy a coger el rebote". Así fue, el partido estaba ganado. "El polideportivo se apagó con el espíritu de los SIH brillando sobre el parquet", relata emocionado El Maestro al recordar esos momentos.

Al final los seis SIH se abrazaron como en sardana dominguera y hubo cervezas hasta las 16.30. Y todos hubieran sido felices y comido perdices si hubiera sido la final de la Liga, pero no. Aún queda mucho y no hay que dormirse en los laureles.

Nota: esta crónica ha sido redactada gracias a la información proporcionada por Juancar El Maestro. Felicidades, campeón.

FICHA TÉCNICA

Resultado final: SIH 32-Ñapas 29
Resultados parciales: 6-5,9-10, 10-5 y 7-8.
Anotadores: Picos (19), Juancar (5), Ortiz (4), Efrén (2), y Paco (2).
Tiros libres: 6 de 14.