lunes, 20 de enero de 2014

EJEMPLO DE SOLIDEZ


Lo que antes eran pases perdidos, hoy son asistencias; lo que antes era desconcierto, hoy es orden defensivo y confianza en el esquema táctico; lo que antes eran nervios y gritos, hoy es templanza. En un corto periodo de tiempo (apenas 10 años), SIH ha pasado de ser un equipo cuya primera misión era aprender a botar y a pasar el balón, a una de las apuestas más sólidas de la liga, hasta el punto de haber logrado este domingo proclamarse, por primera vez en su historia, campeón de invierno.

Bien es cierto que SIH contó desde sus inicios con varios de los jugadores más deslumbrantes y desequilibrantes de la competición, como Uli, Picos o Porti, pero no es menos cierto que en el pasado el equipo sufrió dolorosas derrotas en partidos donde jugadores como los citados hicieron actuaciones individuales para enmarcar (a veces con 30 puntos o más).

Hoy, sin embargo, esos 'partidazos' de ciertos jugadores coinciden con una labor de equipo en la que todos aportan, todos defienden, todos atacan; y es, en definitiva, en ese entendimiento común, fruto sin duda de la labor persistente y paciente del míster (sin duda otra de las estrellas de la liga), donde reside la fuerza de este equipo.

De esta forma, no somos los más fuertes, ni los mejores técnicamente, ni los más jóvenes, ni los más altos, ni los más rápidos, sólo somos los más completos y, por supuesto, los más guapos y los que más cervezas bebemos llagada la ocasión. Por eso somos los mejores.

El partido del domingo es un buen ejemplo que muestra ha madurez del equipo. El revés sufrido en el segundo cuarto, tras llevar el partido encarrilado desde el principio, hubiera hecho descomponerse al SIH de hace tres o cuatro temporadas, sobre todo si, como ocurrió este domingo, faltaban los pívots titulares (Picos y Foro). Todo hubiera sido precipitación, nervios, algún que otro gripo extemporáneo...

Sin embargo, en esta ocasión SIH remontó el bache como lo que era: un pequeño obstáculo transitorio, fruto de una falta de concentración pasajera tras un primer periodo bastante completo en el que la defensa fue ejemplar y el ataque toda una exhibición del gran Uli, que hizo otro de sus partidos enormes, endosando a los contrarios del CD Lavapiés ni más ni menos que ¡21 puntos!

Las primeras canastas y el primer triple de Uli, junto con las aportaciones de Tino y González, llevaron a SIH a ganar el primer cuarto con una grata sensación de control y dominio del juego, pese a que la juventud y los músculos de los contrarios invitaban de inicio a un partido muy distinto.

En el segundo la defensa flojeó y el CD Lavapiés ejecutó su mejor juego, dos triples incluidos, lo que dio la vuelta al partido a su favor. Si la cosa no fue a más fue gracias a las aportaciones Uli, Mínguez y Moreno, que hizo uno de sus mejores partidos con 9 puntos.

Lejos de lo que hubiera ocurrido en otras ocasiones, SIH se serenó y fortaleció la defensa, atando de pies y manos al contrario, que veía por otra parte con desesperación cómo Uli se los comía contraataque tras contraataque, metiendo diez puntos casi consecutivos que prácticamente les dieron la puntilla. En el último Moreno volvió a sacar la espada de matar y junto a Uli marcaron la diferencia definitiva, una diferencia que es posible que no haga justicia a la labor del CD Lavapiés durante el resto del encuentro.

FICHA TÉCNICA

Resultado final: SIH 47 - CD Lavapiés 39
Parciales: 13-8, 8-15, 14-5 y 10-13.
Anotadores: Uli (21), Moreno (9), Porti (6), Mínguez (4), González (3), Tino (2) y Ortiz (2).

lunes, 13 de enero de 2014

FETICHISMO DE 6,25


 Nuestro querido y nunca bien apreciado en su justa medida Diccionario de la Real Academia incluye, entre sus acepciones para el término "fetichismo", la "veneración excesiva" por algo y la desviación sexual consistente en la fijación de alguna parte del cuerpo específica (o de algún objeto vinculado a él) como el centro de "la excitación y el deseo".

Pues bien, llegados a estas alturas de temporada, con el pendón del liderato de la Liga bien enhiesto, ya no hay dudas: al igual que hay personas (algunas ilustres) que se dejan llevar por la pasión más arrebatadora ante la visión de un pie, de un codo o de una prenda íntima impregnada vaya a usted a saber de qué tipo de fluidos, los artilleros de SIH se excitan igualmente ante la sacrosanta línea de 6,25, a la que veneran, rinden pleitesía y diríase incluso que un culto cuasidivino.

Sin embargo, a diferencia de los espíritus empobrecidos por el fetichismo sexual que son incapaces de multiplicar su objeto de deseo a otras partes del cuerpo de la mujer o del hombre amados, los aguerridos integrantes de SIH demuestran cada día que son capaces de explotar hasta el límite su línea de 6,25 sin desatender al resto de las facetas de juego, como demostraron este fin de semana frente a Un domingo cualquiera.

Sobrecogidos de inicio por la ausencia de Andrés, nuestro míster y guía espiritual (ausencia solventada enseguida con brillantez y claridad de juicio por Juancar El Maestro), el equipo se enfrentaba a un combinado que, pese a aperecer como colista del campeonato, no se hizo merecedor de tal condición, al menos durante los dos primeros cuartos.

El primero acabó en empate tras un buen inicio de los domingueros, que supieron aprovechar muy bien las enormes deficiencias defensivas de los eclesiásticos, que sólo pudieron contrarrestar los aciertos del contrario gracias a los tres primeros triples del partido de la mano de los brillantes cañoneros de SIH, Porti y Uli.

En el segundo se mantuvieron los problemas defensivos, sobre todo en el rebote, que favorecía siempre a los contrarios otorgándoles segundas oportunidades que en muchas ocasiones supieron aprovechar.

EL RECITAL

De nuevo nuestro culto por la línea de 6,25 permitió empezar a abrir brecha, brecha que se agigantó en la segunda mitad del encuentro, cuando se mantuvo el acierto artillero y al mismo tiempo, gracias a Picos, Foro, Efrén y Mínguez, que aportaron la energía que faltaba al principio, la defensa empezó a funcionar bien.

Al mismo tiempo, y esta fue una constante durante todo el partido, favoreció enormemente a SIH que el equipo contrario no supiera reaccionar al aluvión de triples. Y es que en ningún momento parecieron querer salir a defenderlos, manteniendo siempre una defensa cerrada a sobre la que caía la lluvia de mortero de Porti, el genio de Antón Martín, y el siempre enorme Ulises,que metieron entre los dos nueve triples, frente a cero de los contrarios, que acusaron el desgaste físico del inicio.

La segunda parte fue, pues, un paseo militar para los de SIH, comandados por un segundo entrenador, Juancar El Maestro, que supo hacer una gestión acertada del banquillo y una lectura cristalina del partido que se desarrollaba ante sus ojos. Así, tras este partido nos preocupan menos los rumores que sitúan a Andrés fuera de la órbita de SIH en virtud de una oferta que, según las malas lenguas, habría recibido de una millonaria kazaja para entrenar a su equipo de basket femenino.

Desde aquí la enhorabuena a todos y también a Un domingo cualquiera por su deportividad y buena disposición ante la derrota, que por otro lado forma parte inherente a la propia vida, tanto o seguramente más que la victoria, pero claro, ese es otro debate.

FICHA TÉCNICA

Resultado: SIH 55- Un domingo cualquiera 31
Parciales: 12-12, 12-9, 10-5 y 21-5.
Anotadores: Porti (21, con 5 triples), Uli (19, con 4 triples), Picos (6), Tino (5), Ortiz (2) y González (2).