domingo, 26 de octubre de 2008

Como un tiro


Ya no hay duda. Tras años de progresos ininterrumpidos basados en el trabajo duro y los cuidados atentos de Sanz y Curro -cada uno en su estilo- SIH ha llegado a la madurez como equipo, al menos cuando juega contra equipos de chavales de Secundaria (algo es algo). El encuentro de hoy fue otra exhibición de defensa, dominio del rebote y saber adaptar el partido a nuestro ritmo de juego. Los bases están que salen, rebosan cordura por los cuatro costados, y el equipo lo agradece. Porque SIH juega por fin como un equipo, no como un grupo de descerebrados que persiguen un balón huidizo.

El partido de hoy fue un recital desde el principio, aunque algunas imprecisiones bajo el aro en la primera parte hicieron pensar a los contrarios que tenían algo que hacer, que nos iban a cansar, que nos faltaba forma física. Los cojones. Se encontraron con un equipo que contraataca y que en defensa es un muro rocoso e impenetrable como el himen de una opusina (ya sé que algunos habéis intentado atacar ese frente).

Al margen de las aportaciones inviduales, el resultado final (54-34) refleja que jugando con soltura, sin nervios y sin dejarnos tocar los cojones somos un serio aspirante a estar arriba esta temporada.

Pie de foto: Un aspirante a entrar en SIH la próxima temporada se ejercita durante un entrenamiento para llegar al nivel mínimo exigido para formar parte de este equipo.

lunes, 20 de octubre de 2008

Madera de líderes

El primer comentario de la temporada tenía que haber salido mañana, pero la impaciencia ha podido conmigo. Aunque estaba esperando que me llegara una copia del acta del partido para relatar con mayor precisión los logros de este combinado irrepetible, al final me he dado cuenta que lo realmente importante es el impulso que, a fuerza de rebote, defensa y cojones, nos llevó hasta la victoria contra un combinado más numeroso y mucho más joven.

Por primera vez en su corta historia, SIH ha comenzado la temporada arrollando a su rival, que nunca imaginó que esos tíos que podían ser sus padres, o al menos sus hermanos mayores (con la excepción de Uli, al que ya quieren fichar), iban a cimentar sobre una defensa rocosa un ataque creativo, ágil y demoledor.

Por supuesto que quedan cosas por limar en este equipo, como el acierto en el tiro y bajo el aro, pero en lo que se refiere a defensa, juego posicional (en realidad no estoy muy seguro de lo que es eso, pero suena bastante bien y seguro que lo bordamos también) y penetraciones, SIH mostró el domingo lo que es capaz de hacer cuando el miedo a ganar no atenaza sus músculos.

¿El resultado? Creo que fue 40 a 17 o algo por el estilo, pero eso es lo de menos, aunque seguramente nos coloque en la posición de líderes. Lo importante fue la labor de equipo, sin olvidar por supuesto las acertadas rotaciones que desde la banda hizo Juan Carlos. Jugamos todos, aportamos todos y ganamos todos.

El próximo fin de semana, más.