martes, 26 de febrero de 2013

LA CULPA ES DE ADA COLAU

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Ada Colau está detrás de todo. Siempre.
Otra derrota, esta vez contra Los Castaños. Se le puede echar la culpa al árbitro, aunque nuestra fijación con la actuación de los colegiados empiece a ser algo recurrente (y cansino) partido tras partido. Se puede atribuir la debacle al horario, aunque otros años jugar a las 9.00 horas era garantía de asistencia masiva a nuestra añorada cancha del Samaranch. Quizá perdimos porque algún miembro de SIH llegó borracho al partido. O puede que la culpa sea de Bárcenas, Urdangarín o de la misma Ada Colau, quién sabe.

El caso es que el pasado sábado apenas sumamos siete en Palos de la Frontera, contando con el míster y con Juancar, que casi está totalmente recuperado de su grave lesión. Pese a que era un partido más o menos asequible, el rival hizo patente desde el primer minuto nuestra falta de kilos en la pintura. Y es que fue cerca del aro donde los tres pívots de Los Castaños nos hicieron un roto considerable. Foro, González, Mínguez, Tino… ¡cuánto os echamos de menos!

Picos, el faro del equipo, la estrella de esta panda de mataos que es SIH, la tomó una vez más con el trencilla y fue expulsado mediado el tercer cuarto por cuatro faltas personales y una técnica por protestar. Un golpe psicológico que afectó al resto de eclesiásticos, que vieron cómo se les iba un partido que sólo perdían de uno al descanso (24-25). Hasta su expulsión, el genial y temperamental barbudo había metido nada menos que 10 puntos.

A partir de entonces, los naranjas iniciaron una cuesta abajo y sin frenos, pese a los intentos en vano de salvar los muebles de los Ortiz, Portillo, Moreno, Efrén y compañía, que llegaron siete abajo al último cuarto. En el tramo final, Los Castaños (a los que ganamos de 19 puntos en la primera vuelta) supieron mantener la ventaja e incluso incrementarla para vencernos finalmente de 10.

Resultado: SIH, 46 – Los Castaños, 56 (11-14, 24-25, 34-41, 46-56)
Por SIH jugaron: Moreno (12), Picos (10), Portillo (10), Ortiz (6), Juancar (4), Efrén (4) y Muñiz.
Eliminados: Picos por cinco faltas personales.
Público: asistió Goofy en su jaulita y sufrió mucho con nuestra derrota.

martes, 19 de febrero de 2013

PORTILLO, EL ZORRO DE LAVAPIÉS


Portillo, enorme desde la línea de tres.

El base dicta una clase magistral ante Jugoplástica y endereza la racha negativa del equipo naranja

El Atlético de Madrid tenía a Luis Aragonés, el ‘sabio de Hortaleza’; el Estudiantes, a Gonzalo Sagi-Vela, el ‘duende de Serrano’; los criminales en serie a Francisco García Escalero, el ‘mendigo asesino’. SIH tiene a Javier Portillo, el ‘zorro de Lavapiés’, quien dictó este sábado en el abollado parqué de las pistas de Arganzuela una clase magistral de baloncesto ofensivo, lanzando a los curas naranjas a romper la racha negativa de derrotas que acumulaban en la segunda vuelta del campeonato.

El base despistó a los contrarios con una incipiente barriga cervecera –sin duda, postiza-y les rompió la cintura con sus cambios de ritmo y su veloces entradas a canasta, acompañadas por triples marca de la casa, y culminadas con cuatro tiros libres sin fallo en el último cuarto que rubricaron la victoria. Total: 24 puntos, registro personal sólo superado este año por el mítico Ulises.

Espoleado por la presencia de una afición exigente –donde destacaba su hija, que según confesión del base le abronca si no gana--, Portillo dirigió al equipo en un partido muy igualado que no se decidió hasta los ocho minutos finales, cuando SIH consiguió un parcial de 17-3, que dio la vuelta al marcador cuando perdíamos de tres puntos y veíamos de nuevo el fantasma de la derrota entrar por la puerta de pabellón con una capa negra sucia y blandiendo una guadaña oxidada.

Pero el acierto del 6 naranja no fue la única clave. En algunos momentos, el equipo fue rocoso en defensa, y cerró bien el rebote. Picos mantuvo su habitual y eficaz guerra en la pintura, Moreno metió cuatro puntos decisivos para la escapada final (más un triple en los últimos segundos celebrado a lo Raul que levantó ampollas en los contrarios), y Tino logró sus legendarias canastas de sacacorchos entre una nube de contrarios.

Ortiz volvió a ser el mejor defensor del equipo, y mereció mejor suerte en sus entradas, mientras que Juan Carlos y Muñiz aportaron…su dilatada experiencia.

Como si fuese un combate de boxeo entre púgiles encajadores, el primer cuarto fue un intercambio de golpes que no decidió nada (14-12). Por Jugoplástica anotaron el 16
–otro gran tirador de falsa barriguita-- y el 32, que sostendrían a su equipo todo el partido, mientras que en SIH empezó el festival Portillo (7 puntos) con apoyo de Picos y Tino.

En el segundo cuarto, continuaron los puñetazos en los hígados, y se acabó con un 26-24 que dejaba todo por resolver. Portillo (otros 7 puntos) y Picos se repartieron toda la anotación.

El tercer tiempo Jugoplastica se acercó a un punto (34-33 para SIH), con sólo 8 puntos de los naranjas, que se repartieron Ortiz, Tino, Picos y Portillo. Moreno se reservaba para la traca final. En el inicio del último cuarto dejamos tirar cómodos a sus dos mejores jugadores, lo que nos costó un parcial de 6-2, y ponernos tres abajo (36-39) a falta de ocho minutos.

Un tiempo que se llama muerto dió extrañamente la vida a los eclesiásticos, ordenó sus cerebros y les dió el gas suficiente para volver al parqué con la idea clara de llevarse el partido, a base de garra defensiva y de la elección del tirador mejor situado para jugarse los tiros. Primero una canasta de Moreno tras rebote ofensivo, y después otra de Portillo, nos pusieron arriba (40-39), aunque los rivales volvían a empatar con un tiro libre.

Otro punto desde la personal de Tino, más canasta de la firma de Moreno (suspensión de cinco metros), fue el inicio de una racha de 10-0 que cerró el partido (50-40), al que sólo faltaba por nuestra parte el polémico triple del chorbo de Colmenar.

Ficha técnica:

SIH 53-Jugoplástica 42

Jugaron de naranja: Portillo (24 puntos), Picos (12), Moreno (7), Tino (6), Ortiz (4), Juan Carlos y Muñiz.

Hinchada numerosa en las gradas que llevó al equipo en volandas al triunfo.

lunes, 11 de febrero de 2013

LA LEYENDA DEL INNOMBRABLE

              Miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado muestran la máscara  encontrada a media mañana en la pista del Polideportivo Arganzuela

El regreso del Innombrable y el Espíritu de El Pardo condujeron a SIH a una honorable derrota ante las muy numerosas huestes del Camoes City Thunder (CCT)



Por Mínguez

Ya los prolegómenos del partido resultaron explicativos de las trayectorias de ambos equipos. En SIH se cruzaban whatsapps para comprobar que llegaban al mínimo de jugadores ante la inesperada baja de Portillo, lo que se logró. Antonio González, con sólo media hora de margen, se desplazó hasta la pista del Arganzuela, sobreponiéndose a su dolor de hombro: el Espíritu de El Pardo, seguramente el mismo que movió o dio fuerza a Tino y Juanjo para que superaran sus convalecencias y se atrevieran a jugar, el mismo que tras varias décadas de paz vigila ahora nuestros titubeantes pasos. Estos tres se unieron a Picos, Ortiz, Mínguez y Antonio Moreno, para formar un grupo de garantía, con la vigilancia del Innombrable en el banquillo.

Por su parte, el Camoes eran muchos, como trece, y perfectamente uniformados, en contraste con el pase de modelos de SIH, que hizo que González tuviera que jugar con la camiseta del revés y simulando un número 1 para no coincidir con el Innombrable, a su vez entallado en un diseño propio de Picos. Además, pese a versos sueltos como el teclista de Camela o un émulo de Jason Granger, eran jóvenes y musculados y se movían con el orden de una centuria romana, realizando rondas de entradas a canasta, de pase y tiros, ese tipo de alardes que los chicos de SIH observaban despreocupados botando el único balón con que contaban mientras charlaban de asuntos trascendentes. Y es que, advertidos ya de esas tretas por nuestro ausente y añorado entrenador, hace falta algo más que esos ronditos o ser líderes invictos para impresionar a SIH.

Nada más empezar el partido, los eclesiásticos se pusieron 6-0, con dos canastas de un arrollador Tino y otra de Ortiz. Mirando el contundente marcador, con la satisfacción prematura del deber cumplido ya en el minuto tres, SIH se relajó ofensivamente. El balón se movía bien en el exterior, por manos de los citados y de Antonio Moreno y luego Juanjo, con Picos como referente dentro y fuera de la zona y los hombres interiores demostrando gran movilidad, con continuos cortes y una encomiable lucha, pero de hecho sólo Picos anotaría un par de canastas más hasta el intermedio.

Se llegó 10-10 al final de primer cuarto, y perdiendo 23-16 al descanso, tras diecinueve minutos con dos canastas y algún tiro libre, y pese a ello las sensaciones eran buenas. A la espera de que un psicólogo encuentre otra explicación seguramente más atinada, habíamos arrastrado al equipo líder a donde queríamos: la lentitud, la pesadez… un ritmo de partido basado, en definitiva, en la falta del mismo, en una exhibición defensiva y de pocos puntos que habría emocionado a paladares delicados como el de Boza Maljkovic.

Tras el descanso no varió la tónica, con los eclesiásticos sufriendo cada punto y poniéndose Camoes con once de ventaja (27-16 y 29-18). Hacía falta un cambio, otra vuelta de tuerca que llegó desde el banquillo. Tras más de diez meses, El Innombrable salió a pista y el partido fue otro. Como si fuera un dron, sus movimientos resultaron indetectables para los hombres de azul y revolucionaron a SIH: la defensa seguía firme y el balón se movía con precisión, los lanzamientos entraban, los enfermos corrían y rebosaban energía -hasta el extremo de que Tino recorrió toda la pista para lograr una canasta con falta que subrayó con un puñetazo en la pared del recinto que hizo temblar sus cimientos-, y el Innombrable rubricó el pequeño milagro con una canasta marca de la casa desde cuatro metros. Ni siquiera la sangre derramada por Juanjo, que recibió un codazo que el árbitro arteramente interpretó como falta del de SIH, hizo flaquear los ánimos, llegando al final del tercer cuarto con empate a 29 pese a que David falló dos tiros libres con el tiempo cumplido.

Con los ánimos de SIH exacerbados, la plantilla de CTT aprovechó el último de los descansos para urdir una suerte de espiritismo socialdemócrata que surtió efecto. Nada más empezar el cuarto, Antonio Moreno puso por delante a los de naranja, que de nuevo anticipadamente dieron ahí por concluida su obra ofensiva. Excepto el propio Moreno, no volvieron a anotar una canasta hasta el último minuto del cuarto, en dos momentos que tuvieron su significado: Juanjo, en un tiro desde 5 metros, dejó al corajudo Antonio González como el único que, por exceso de fuerza, no anotó en el partido, y un último triple de Picos que relegó a Tino a segundo máximo anotador del equipo.

Visto con distancia, hay motivos para estar satisfechos o decepcionados, así que cada uno elija según el estado de ánimo: SIH perdió ante los líderes invictos del grupo, como se podía esperar, y hubo ratos que pareció que nunca volveríamos a anotar una canasta, pero lo cierto es que todo era felicidad tras el partido, proclamando que el juego de equipo y la imagen habían sido muy buenos; así lo corroboró un infiltrado rival en el vestuario, que tras asistir a nuestra exaltación desde la indiferencia de sus diez u once victorias seguidas, nos felicitó y luego identificó al equipo como “los del blog”, lo que hizo además con la alegría y el estupor de quien reconoce en Sol bajo un disfraz de Bob Esponja a Angelina Jolie: la fama no tiene fin.

La sensación de los que jugaron, insistimos, fue buena, como quedó constancia en las celebraciones post-partido, con sus cervezas y el imprescindible confeti. Allí, además de celebrar el regreso del Innombrable, también se perfiló una curiosa estrategia de futuro: defender fuerte y en ataque dar todos los balones posibles a Tino, incluso que sólo tire él, con el objetivo de que anote muchos puntos en la confianza de que otro jugador de SIH meterá uno más.

RESULTADO: SIH 39 - Camoes City Thunder 46 (10-10, 6-13, 13-6, 10-17)

Jugaron por SIH: Ortiz (4), Tino (12), Moreno (4), Picos (13), Minguez (2) –cinco inicial-, Juanjo (2), Innombrable (2), González (-).


(*) SIH quiere dedicar esta crónica a su Presidente de Honor Joseph Aloisius Ratzinger, faro, ejemplo y amigo.