lunes, 17 de marzo de 2008

EL EFECTO ATILA


Dicen que en baloncesto gana el que mete más canastas, pero no siempre es así. También hay equipos, como el cada vez más épico SIH, que ganan simplemente metiendo miedo al contrario. Esta es, amigos, la esencia de la victoria del pasado sábado, una demostración de coraje, de garra y de constancia. Que nadie se llame a engaño: el equipo contrario, que no merece la pena ni citar, no dejó de acudir por dejadez o resaca, como argumentarían los escasos representantes de esa formación que aparecieron sobre el parqué; no fueron por el pavor que SIH empieza a inspirar en sus contrarios, tras nuestro reciente rosario de victorias. (En la foto podéis ver a uno de los jugadores contrarios tras saber que tenía que jugar al día siguiente contra SIH).

Dicen también que por donde pasaba el caballo de Atila no volvía a crecer la hierba; pues bien, en nuestro ya incluso antes de que lleguemos nadie se atreve a levantar un balón de baloncesto. Nunca dejaremos de hacer honor a nuestro nombre. Somos la hostia.


No hay comentarios: