lunes, 23 de enero de 2012

ARREÓN BIOQUÍMICO


Ulises, imparable en ataque.

El baloncesto, como toda actividad humana, tiene mucho que ver con la bioquímica, aunque por desgracia se trata de una realidad ampliamente ignorada por medios de comunicación de masas, los círculos de poder y la sociedad en general. Es cierto que, aunque están siempre presentes, los procesos bioquímicos que soportan la vida del hombre en sus distintas facetas suelen pasar desapercibidos, ocupando un segundo plano. Sin embargo, hay ocasiones en que la bioquímica abandona su perfil más discreto y pasa al primer plano, mostrando su influencia sobre las cosas de forma palmaria, inequívoca y contundente.

Es lo que pasó este domingo en el Samaranch. En un momento dado, cuando el partido peor estaba para SIH, el encuentro empezó a jugarse, no ya en términos de canastas, rebotes o faltas, sino en términos bioquímicos. Así además de competir en velocidad, acierto en el tiro o esquemas de defensa o ataque, los integrantes de SIH y Los Suaves empezaron a librar una lucha subterránea en la mandaban las llamadas células de Leydig. Ya no era cuestión que quién corría más o taponaba más o hacía más falta; sino simplemente de quiénes tenía más células de Leydig y quiénes las tenían en un mejor estado de forma.

Y ahí SIH no tuvo rival y, haciendo honor al lema que consta en el encabezamiento de este blog, se levantó de sus cenizas y arrasó a Los Suaves, cuyas células de Leydig, que para quien no lo sepa son aquellas propias de los testículos (con perdón) que se dedican a producir testosterona, no estaban para muchas fiestas y les llevaban a jugar a su habitual ritmo cansino y soporífero, dicho sea con todos los respetos al rival.

Teniendo en cuenta las importantes ausencias de día (entre ellas las del míster y la del que las malas lenguas llaman el Falo del Samaranch), el arranque no le fue nada mal a SIH, que se dejó llevar a hombros de un Tino que metió seis puntos seguidos con triple incluido y, con ayuda de Foro y Ulises, que estuvo imparable todo el partido, logró que el equipo cerrara el primer cuarto con cuatro de ventaja.

La cosa se torció en el segundo, cuando tras un tiempo muerto y yendo seis por debajo, Los Suaves tiraron de oficio y empezaron a entrar por la zona de SIH como Pedro por su casa ante la desesperación de SIH, que vio esfumarse tan trabajada ventaja en un periodo para olvidar. En el descanso las células de Leydig empezaron a proliferar de forma imparable en las gónadas de los de SIH y empezó el rearme bioquímico a partir de la defensa, lo que permitió llegar al cuarto y definitivo cuarto con las espadas en alto. Y fue en el cuarto cuando llegó el arreón bioquímico y los jugadores de SIH, actuando como poseídos, se echaron a la yugular del contrario sin mirar ya ni marcador ni jugadas. Jugando con el corazón y otras cosas, SIH endosó un parcial de 13-4 a Los Suaves, que no sabían ni por dónde les venía tal ciclón y acabaron cediendo un partido que llegaron a tener en la mano.

FICHA TÉCNICA

Resultado final: Los Suaves 27-SIH 33
Parciales: 8-12, 11-4, 4-4 y 4-13.
Anotadores: Ulises (11), Tino (7), Foro (5), González (4),  Ortiz (2), Juan Carlos (2) y Portillo (2).
Tiros libres: 7 de 17.


9 comentarios:

del bosque dijo...

enhorabuena alcachofas sanguinarias

Coltrane dijo...

Tanta historia para decir que hemos ganado por cojones...

Lofton dijo...

QUIERO FICHAR POR SIH

Granger dijo...

El ritmo cansino de Los Suaves es más contagioso que la gripe A, casi nos pillan

Acosada dijo...

"si es que lo vas pidiendo" me dijo el arbitro al hacermelo por tercera vez...

La afición dijo...

No hay foto de la afición

FORO dijo...

bien se abrazaba "la acosada" con el arbitro al final del partido. luego que si es amiguito mio

El 13 dijo...

No hay foto de la afición porque hay menores y sin permiso de sus papás no los voy a lanzar al estrellato cibernético

Sharon stone dijo...

Al foro el arbitro le hace ojitos.... Y le mira con deseo