lunes, 28 de octubre de 2019

"¿ES LA DEFENSA?" "SÍ". "QUE PASE. LA ESTÁBAMOS ESPERANDO SEÑORA"


Pinedo, defendiendo la elástica española frente a Francia. / Foto: FEB


Por el Míster Muñiz
Dicen las viejas glorias del deporte de la canasta, desde las ucis donde pasan sus últimos días conectados a potentes máquinas de respiración asistida, que el mítico Ignacio Pinedo definía el baloncesto como 'defensa y cojones'. No sabemos si es verdad. 'Wikipedia' no dice nada al respecto, pero ¿quién se fía ya de 'Wikipedia', ese invento de los rusos en alianza con el Ku Klux Klan para que todos pensemos que somos gallinas clonadas? Y no digo yo que no seamos gallinas clonadas ---y no miro a nadie en particular---.
A lo que íbamos, aunque la fórmula de Pinedo no fuese ésa sino una más políticamente correcta como que "el baloncesto es defensa y ganas' o 'defensa y luchar' o 'defensa y hacer las cosas fenomenal', o cualquier mierda así, el caso es que SIH, este domingo, la ejecutó a la perfección y consiguió una victoria de mérito ante los hasta ahora líderes de la Liga, en un partido que fue naranja en todo momento.

Escocidos por la derrota del domingo anterior y con la motivación extra de jugar contra los mejores, la rabia y la calidad que los jugadores de SIH normalmente reservan para las barbacoas y las tragaperras salió en tromba y se concentró en un muro defensivo desde el primer minuto, inexpugnable para la estrella del equipo rival, un refuerzo de casi dos metros fichado de la gran fábrica de jugadores que es la Europa oriental, a quien la sucesión de defensores naranjas que le salían al paso cuando iba hacia canasta acabó por desorientar. Algo también contribuyó al éxito el que, sencillamente, ellos no metían una.

Y como suele ocurrir según la regla de Pinedo, la intensidad atrás de los eclesiásticos, que se mantuvo durante todo el choque, propició que en ataque llegara la inspiración, con 7 puntos seguidos de inicio de ese 'Aquiles de pies ligeros' que es Juan.

El gran arquitecto de la victoria fue Ulises, que supo parar, templar y mandar a sus compañeros, no según las reglas de Pinedo sino de las del torero Juan Belmonte. Con esa técnica, y pese a la constante defensa individual de los contrarios, lanzó rápidos contraataques, ejecutó con precisión de relojero suizo el 'pick and roll' con su socio Guille y terminó tirándose la de Portillo, un triple en carrera bombeado que entró limpio, sonó 'chof' y finiquitó el partido.

En defensa destacaron todos, desde el 'Áyax de Logroño' al patinetero Alvaro, pasando por el sobrio Foro, el incombustible Efrén, Juan, Ulises y el gran ratero David, autor de dos robos al descuido que causaron sensación en las gradas (repletas como siempre). Mención aparte merece Ricardo, que en su debut demostró un enorme pundonor al tragarse sin apenas quejas (como el señor Chinarro los tartazos de Miliki) un codazo en la cabeza que manchó de sangre la camiseta del entrenador, que tampoco se quejó.

Otros jugadores como Guille y Juan también sufrieron golpes certeros de los rivales siempre dentro de las normas de 'fair play' que deben presidir estos eventos deportivos.  Guille se retiró al final del tercer cuarto al resentirse de una vieja lesión en el hombro que sufrió practicando ciclismo (deporte que desaconsejamos). Por cierto,  ese innovador del baloncesto llamado Foro probó sin éxito su nueva jugada.

Resultado: SIH 49 - Un Domingo Cualquiera 24 (13-3, 12-11, 10-5, 14-5).

Jugaron por SIH: Ulises (19 puntos), Juan (15), Guille (9), Ortiz (4), Foro (2), Àlvaro, Efrén y Ricardo.

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