Por Guille
Un domingo
cualquiera es un buen domingo para probar la resistencia de los tableros del
Samaranch, pensaba Fuente camino del pabellón, en una soleada mañana que pasó
factura en las gradas: ni Zeus asomó la cabeza por el cemento, solo se
animó el futuro de la familia Portillo, asustada cuando vio cómo su padre se
clavaba un hierro lanzándose a por un balón. Cosas del coraje SIH, marca
registrada.
Y Fuente le zurró al tablero, a buena fe que
lo hizo, y encima con acierto. Dos triples entraron mansos tras sendos
rebotes para regocijo del banquillo naranja, que tenía que acudir al refranero
para descifrar el expediente X: cuando el tablero suena, triple lleva. Niño
refranero, patada en los cojones, pensaba por su parte el base de La Elipa, que
se lució con 15 puntos antes del descanso.
En un partido
muy sólido de los eclesiales, el sufrimiento al rebote marcó los compases
iniciales frente a un adversario negado que parecía tirar al diámetro de un
condón. Hermosa partida de bolos en la pintura, donde la mezcla de kilos, dureza y efluvios de dudosa procedencia
convertía cada rebote en un homenaje al pogo.
Una vez que la
artillería pesada de los naranjas controló el salchucho bajo los aros, la
infantería ligera, con un Portillo inflamado por su herida de guerra, apuñalaba
en cada contraataque. El SIH doblaba a
su rival en el descanso (20-9) de un encuentro que no se podía escapar.
Defensa, velocidad y nariz tapada cimentaban la combinación ganadora.
Un activo
Moreno, que acabó incomprensiblemente expulsado por cinco faltas y a quien se
echó en falta en La Parroquia, mantuvo la intensidad en el tercer cuarto,
mientras que Ortiz puso la pausa y Hernández se atrevió al fin a mirar al aro
para liquidar el choque antes del último cuarto (32-16). Sáez, espoleado por el
capitán Da Silva, se sumaba a la fiesta con el toque circense de la mañana: un robo con el culo.
Bautista y
Mínguez también se desfondaron en la pelea de bolos, rebajada por un marcador
que hizo bajar los brazos a los chicos de Un domingo cualquiera. Cautivo y desarmado el ejército rojo,
Fernández, elevado a la categoría de entrenador principal por la sanción de
Muñoz (¡?), se sacó a sí mismo a jugar los últimos instantes, cerrando un
plácido encuentro en el que todos tuvieron su oportunidad de brillar.
FICHA TÉCNICA
Resultado
final: SIH, 36 – Un domingo cualquiera, 23.
Parciales:
11-6, 9-3, 12-7 y 4-7.
Anotadores:
Fuente (20) , Sáez (7), Moreno (4), Portillo (3) y Hernández (2). También
jugaron Fernández, Ortiz, Da Silva, Bautista y Mínguez.
1 comentario:
yo fumaba muchos pogos
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