martes, 18 de marzo de 2014

CUANDO EL TABLERO SUENA, TRIPLE LLEVA




 Por Guille

Un domingo cualquiera es un buen domingo para probar la resistencia de los tableros del Samaranch, pensaba Fuente camino del pabellón, en una soleada mañana que pasó factura en las gradas: ni Zeus asomó la cabeza por el cemento, solo se animó el futuro de la familia Portillo, asustada cuando vio cómo su padre se clavaba un hierro lanzándose a por un balón. Cosas del coraje SIH, marca registrada. 

Y Fuente le zurró al tablero, a buena fe que lo hizo, y encima con acierto. Dos triples entraron mansos tras sendos rebotes para regocijo del banquillo naranja, que tenía que acudir al refranero para descifrar el expediente X: cuando el tablero suena, triple lleva. Niño refranero, patada en los cojones, pensaba por su parte el base de La Elipa, que se lució con 15 puntos antes del descanso.

En un partido muy sólido de los eclesiales, el sufrimiento al rebote marcó los compases iniciales frente a un adversario negado que parecía tirar al diámetro de un condón. Hermosa partida de bolos en la pintura, donde la mezcla de kilos, dureza y efluvios de dudosa procedencia convertía cada rebote en un homenaje al pogo.

Una vez que la artillería pesada de los naranjas controló el salchucho bajo los aros, la infantería ligera, con un Portillo inflamado por su herida de guerra, apuñalaba en cada contraataque. El SIH doblaba a su rival en el descanso (20-9) de un encuentro que no se podía escapar. Defensa, velocidad y nariz tapada cimentaban la combinación ganadora. 

Un activo Moreno, que acabó incomprensiblemente expulsado por cinco faltas y a quien se echó en falta en La Parroquia, mantuvo la intensidad en el tercer cuarto, mientras que Ortiz puso la pausa y Hernández se atrevió al fin a mirar al aro para liquidar el choque antes del último cuarto (32-16). Sáez, espoleado por el capitán Da Silva, se sumaba a la fiesta con el toque circense de la mañana: un robo con el culo. 

Bautista y Mínguez también se desfondaron en la pelea de bolos, rebajada por un marcador que hizo bajar los brazos a los chicos de Un domingo cualquiera. Cautivo y desarmado el ejército rojo, Fernández, elevado a la categoría de entrenador principal por la sanción de Muñoz (¡?), se sacó a sí mismo a jugar los últimos instantes, cerrando un plácido encuentro en el que todos tuvieron su oportunidad de brillar.

FICHA TÉCNICA
Resultado final: SIH, 36 – Un domingo cualquiera, 23.
Parciales: 11-6, 9-3, 12-7 y 4-7.
Anotadores: Fuente (20) , Sáez (7), Moreno (4), Portillo (3) y Hernández (2). También jugaron Fernández, Ortiz, Da Silva, Bautista y Mínguez.

1 comentario:

bob marley dijo...

yo fumaba muchos pogos